Grandes libros de negocios - Resúmenes
Vende a la mente no a la gente
Este libro es una conclusión de varios años
de estudio que se enfocaron en entender cómo funciona la mente humana en los
procesos de venta. En este libro se muestra la importación de poder comunicarse
y conectar de manera efectiva con los demás, te enseña estrategias de cómo
puedes lograr que el producto o servicio que ofreces impacte de manera positiva
para generar mayor cercanía y aceptación.
Según el libro, el cerebro posee 3
distribuciones que son cortes relacionados con los racional, límbico con lo
emocional y reptil con los instintos. El autor explica en el libro que el
reptil es el que determina lo que compramos, todo lo que compramos en la vida
es para sobrevivir, así que debes aprender a vender al cerebro reptil, esto no
quiere decir que los demás cerebros no tengan importancia, pero lo principal en
la venta siempre será el reptil. Los otros 2 servirán como una ruta para llegar
a él. Siempre trata de averiguar dónde está el reptil de tus productos puesto que
todos tienen una necesidad reptil. En el
proceso de las decisiones, la mente necesita 3 escenarios para elegir una
decisión, dichos análisis son emocionales, mientras las 3 alternativas emocionales
el cerebro opta racionalmente por un, por lo tanto, deberá construir mejores escenarios emocionales entre tú y el
cliente. Para activar los 3 cerebros tienes que activar de manera estratégica 3
respuestas cerebrales que son la atención, emoción y recordación. Los 3
cerebros interactúan a través de neurotransmisores que son las experiencias más
importantes que busca el cerebro.
Para que tengas una idea de que hacer para
activar las respuestas cerebrales, puedes realizar las siguientes acciones:
Número
1. Para lograr la atención, busca elementos conocidos y elementos novedosos.
Has que comprenda, genera expectativas, o sea elemento. Dale la forma correcta
de atención.
Número 2. Para lograr emoción, involúcrate
emocionalmente, Permite que exprese sus emociones. Comprende y ataca sus
miedos. Háblale de experiencias emocionales positivas. Facilita la evasión y el
escape.
Número 3. Para lograr recordación fortalece
la asociación con elementos conocidos y ayúdale a clasificar y categorizar.
Debes tomar en cuenta que todo producto
tiene que vender 3 cosas seguras: Seguridad, confort y placer. Otro punto que
debes comprender es que todo lo que adquirimos es para reducir evidente miedo.
Siempre analiza cuales son los miedos que tiene tu posible cliente si descubres
cuales son.
Existe 4 puntos claves que te llevan a
tomar una decisión: Tú opinión individual, la cultural, la biología y tu valor
simbólico.
Neurotips para vender mejor
Véndele a la mente y no a la gente. Usa los ojos y el cuerpo para comunicar. Activa las emociones, suspírale al réptil. En cuanto a la venta reptil maneja el discurso de ventas. No estreses al cliente ni invadas su mente, se visual y hazlo visualizar.
Genera comparaciones y contrasta para la
gente. Comunícate de forma simple y básica coincide con el comprador. Lleva la relación a lo personal, ten siempre
una sonrisa en tu rostro. Comunícate de forma indirecta con metáforas y
cuentos. Usa verbos y acciones.
El libro nos dice que lo primero que se
debe de hacer para ser un vendedor exitoso es detectar el segmento del público para
así saber cómo te vas a dirigir.
Cuando tengas detectadas esas variables, decidirás
como vas a ganar su atención, emoción y recordación. Para hacer un gran vendedor tienes que tener
una elevada autoestima, Ser perseverante y siempre saber escuchar y opinar.
Padre rico hijo pobre

En Padre Rico Padre Pobre, Robert Kiyosaki
cuenta la historia verdadera de lo que dos padres le dicen a dos hijos sobre el
tema del dinero, al pequeño Robert Kiyosaki y a su mejor amigo. Cuando tenía
sólo 9 años, el pequeño Robert Kiyosaki tomó la decisión de convertirse en una
persona rica. Para lograr su propósito, aprendió las lecciones de su padre, y
del padre de su mejor amigo a los que más tarde llamaría “padre pobre” y “padre
rico”, respectivamente.
Su padre real, el llamado padre pobre, no era realmente pobre. Era el director de Educación de Hawaii, un hombre muy inteligente, un universitario con un doctorado. Su padre rico, el mejor amigo de su padre pobre, había dejado la escuela a los 13 años. Tenía un salario más bajo que el del padre pobre, pero mientras éste solo dejó deudas al final de su vida, este otro padre al final se convirtió en uno de los hombres más ricos del estado de Hawaii.
¿Cómo fue posible que una persona inteligente e instruida acabara endeudada y otra que no había terminado el colegio lograra una fortuna? Kiyosaki señala que las razones tienen poco que ver con la educación. Aprendemos poco o nada sobre el tema del dinero en la escuela. Lo que aprendemos sobre el dinero a menudo pasa de padres a hijos. En este resumen de Padre Rico Padre Pobre, Kiyosaki habla de la educación financiera, de cómo esta nos lleva a tener libertad financiera. Kiyosaki comprendió que sus dos padres lo alentaban a llevar dos caminos diferentes:
Su Padre Pobre le aconsejaba que estudiara,
sacara buenas calificaciones y encontrara un trabajo seguro en una empresa
importante.
Su Padre Rico también le recomendaba que
estudiara, pero le alentaba a que aprendiera cómo funciona el dinero y le
decía:
La libertad financiera según Robert
Kiyosaki y cómo el autor lo refleja en el libro, es parte del contenido del
libro: cómo ser rico, como tener independencia financiera. Esto es parte de cómo
piensan los ricos, la mentalidad de millonarios, que en buena parte consiste en
lograr un flujo recurrente y creciente de ingresos pasivos. Así lo explica
Robert Kiyosaki en Papa Rico Papa Pobre. Un libro de educación financiera
recomendado para todo el que quiera alcanzar la independencia financiera, la
libertad financiera. Realmente es muy difícil resumir muchas de las lecciones
en este blog, pero por eso te dejemos 20 lecciones de este libro.
1. Los ricos no trabajan por el dinero, el
dinero trabaja para ellos.
2. La riqueza más grande es tu educación
(financiera).
3. Trabaja para aprender, no para ganar
dinero.
4. Debes saber la diferencia entre un
activo y un pasivo, y debes adquirir activos.
5. Reduce al máximo tus gastos
6. Crea tu propio negocio.
7. Reinvierte tus ganancias.
8. Los lujos son lo último en lo que debes
gastar.
9. No solo dejes tu dinero a un asesor.
10. Tú te conviertes en lo que estudias.
11. No existe un rico que en algún momento
no haya perdido dinero.
12. Controla tus emociones.
13. Haz muchas ofertas.
14. Rodéate de ganadores.
15. Decir “no me lo puedo permitir” apaga
tu cerebro.
16. Págate a ti primero.
17.
Sueña en grande, ten claras tus metas.
18. Desarrolla tus habilidades para
escuchar.
19. En el mercado: no sigas a la multitud y
no trates de cronometrar el mercado.
20. Las ganancias se hacen cuanto tu compra
no cuando vendes.
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
En esencia, lo que Stephen pretende
hacernos ver en este libro, es que en las últimas décadas ha prosperado un
paradigma de éxito que es erróneo, basado en que alcanzar el éxito consiste en ser capaz de mostrar hacia afuera los
símbolos que caracterizan a una persona exitosa.
Lo que viene a ser, tener una imagen
pública excepcional, muchas interacciones sociales, una apariencia de riqueza,
títulos que muestren a los demás cuánto sabemos, etc.
Es decir, un enfoque desde afuera hacia adentro. Trabajaremos
para crear cosas, bienes, relaciones, logros que mostrar y una vez conseguidos,
eso nos convertirá en personas exitosas.
Con el pequeño problema de que esto es
falso, es como construir un castillo de naipes. 🃏 Tiene la forma, parece un castillo,
pero carece de los cimientos y la estructura que le permitirá permanecer en pie
cuando lleguen los problemas.
Como alternativa, el autor propone un paradigma opuesto, basado
en un enfoque que emana desde dentro hacia afuera. Que es
precisamente el que se utilizaba desde la época de la ilustración, pero que,
por algún motivo, cayó en el olvido.
A través de este modelo trabajaremos primero en la integridad
personal, en nosotros mismos, para crear unos fundamentos sólidos. Este
paradigma fomenta valores como la humildad, la integridad, la modestia o el
valor.
Una vez hayamos alcanzado la llamada «victoria privada», que se busca a
través de los tres primeros hábitos, habremos conseguido pasar de un estado de
dependencia a uno de independencia. Y podremos ponernos a trabajar en los
siguientes tres hábitos, que nos llevarán a un estado superior de
interdependencia, en el que aprovecharemos el efecto multiplicador de generar
sinergias con otras personas. La «victoria
pública».
El modelo que te acabo de explicar se
resume en este gráfico:
Hábito #1 – Sé proactivo
Puedes dividir el mundo en dos zonas, la de
las cosas que puedes controlar y la de las que están fuera de tu alcance.
Llamaremos a estas dos zonas, círculo de preocupación y círculo de
influencia.
Dentro del círculo de preocupación se
ubicarán cosas como el clima, la política, la economía, lo que la gente piensa
sobre ti, las opiniones de los demás, etc.
Dentro del círculo de influencia tendremos
tu actitud, tu educación, las habilidades que has aprendido, tus hábitos, tu
entusiasmo, etc.
Basándonos en esto encontraremos a dos
tipos de personas: Las reactivas y las
proactivas:
Las
personas reactivas reaccionan a eventos que están
fuera de su control, se quejan y se lamentan sobre estos eventos o sus sobre
sus circunstancias personales, están continuamente frustradas esperando un
cambio que puede o no suceder, y sobre el que poco pueden hacer porque no
depende de ellas.
Las
personas proactivas tienen claro que sus
decisiones dominan su vida, no sus condiciones. No se lamentan sobre cosas que
no pueden controlar y toman acciones para mejorar aquellas sobre las que sí
tiene el control. Tienen claro que hay ciertas situaciones que no pueden
controlar pero saben que en esos caso, sí pueden elegir su reacción ante ellas.
Ante una situación de fracaso, la persona
reactiva culpará a agentes externos, ubicados en su zona de preocupación,
mientras que la persona reactiva asumirá responsabilidades y buscará la manera
para mejorar y sortear el problema usando los medios a su alcance.
Si solo vas a implementar uno de los 7 hábitos debería ser este, ya que por si solo, este cambio de mentalidad puede tener un impacto enorme en tu vida.
Hábito #2 – Comienza con el fin en mente
Cuando estés en el lecho de muerte, ¿cómo te gustaría que se te recordara? o
¿qué te gustaría ver cuando mires atrás? Lo que estás haciendo ahora ¿te está
llevando en ese camino?
Una de las capacidades cognitivas que nos
hace unos animales tan especiales es la de poder crear en nuestra mente escenarios futuros. Esto
nos permite, mediante prueba y error «mental», elegir mejor nuestras próximas
acciones.
Creamos
todo dos veces, primero en nuestra mente y después en la realidad. Debemos utilizar esta capacidad en nuestro beneficio y
visionar hacia dónde nos van a llevar nuestras acciones presentes de forma que
podamos pivotar cuanto antes si esa dirección no es la correcta.
Stephen Covey utiliza el símil de una
escalera apoyada en un árbol 🌴 en una selva.
Puede que te estés esforzando muchísimo en
subir por la escalera y que estés subiendo muy rápido, pero, ¿te has parado a pensar si la copa del árbol
en el que está apoyada tu escalera es la que quieres alcanzar? Porque
es a la copa de ese árbol a la que llegarás si sigues subiendo esa escalera y
serán sus frutos los que recogerás.
Es más, puede que no solo te estés
equivocando de árbol sino de selva, y se por eso por lo que no encuentras
ningún árbol que sea el ideal para ti.
Necesitas
definir tu misión personal porque si no tienes una estarás siguiendo la que
alguna otra persona ha decidido para ti.
Hay varios tipos de propósitos vitales que
suelen determinar hacia donde centra sus esfuerzos cada persona: Pareja,
familia, dinero, trabajo, control, placer, amigos, enemigos, culto…
Aunque pudiera parecer que unos son buenos
y otros malos, la realidad es que centrar tu vida en cualquiera de estos
propósitos no te conducirá a ser una persona altamente efectiva porque todos ellos se apoyan en factores externos.
El mejor modelo es centrar tu propósito en
tus principios. Que serán algo inalterable y totalmente bajo tu control y desde
donde emanará todo lo demás.
Por eso es muy importante definir dichos
principios sobre los que se sustentará tu misión de vida.
Hábito #3 –
Prioriza las tareas importantes
Con el segundo hábito habrás creado el
modelo mental, la misión, la dirección. Con el tercero es hora de llevar todo
eso a la realidad, de implementarlo.
Hay diferentes niveles de tipos de gestión
del tiempo. Todo lists, agenda, time blocking, pero el más elevado es categorizar las tareas en
función de su importancia y su urgencia.
Este método da como resultado la siguiente
matriz de cuatro cuadrantes, llamada Matriz Eisenhower:
En el cuadrante I tenemos aquello que es urgente e importante, no nos queda más remedio que atenderlo personalmente y de inmediato.
En el
cuadrante II es donde deberíamos centrar la mayoría de nuestros esfuerzos, son aquellas tareas que nos proporcionarán mayores retornos en el
largo plazo.
Sin embargo, es el cuadrante donde más
dificultades tenemos para permanecer, porque las tareas que se encuentran en
este cuadrante no generan tanta satisfacción inmediata como las tareas de los
otros cuadrantes.
En el cuadrante número III tenemos tareas
que son urgentes pero no importantes y que deberíamos tratar de delegar para
que no nos quiten tiempo en el cuadrante II.
En el último cuadrante se ubican todas
aquellas actividades con las que rellenamos nuestras vidas: TV 📺, redes sociales y en
general actividades que entretienen pero no aportan nada, solo nos restan tiempo y, por tanto, debemos
minimizarlas.
Hábito #4 – Piensa Win/Win
Existen
seis tipos de relaciones interpersonales.
Win/Lose
– Lose/Win: Asume que siempre que una persona gana
otra debe perder, es un enfoque que muchas personas entiende como el único
posible. Los resultados de aplicarlo no son los mejores ya que tiene como base
una mentalidad de escasez.
Lose/Lose: Todos pierden. Suele darse como resultado de un sentimiento de
odio o venganza. Como por ejemplo en un mal divorcio, en el que ambas partes
terminan perdiendo.
Win: Siendo estrictos no es un tipo de relación, es símplemente un
individuo consiguiendo lo que quiere sin interacción con otras personas.
No Deal: No hay un acuerdo, por tanto nadie pierde, pero también nadie
gana. Puede ser una buena salida
si la única alternativa es un Lose/win o un lose/lose.
Win/Win: Es el tipo de relación que debes buscar. Se basa en una mentalidad de abundancia. Es posible establecer relaciones en las que
ambas partes salen ganando. Estas relaciones son las más fuertes,
duraderas y beneficiosas. Las que crean verdaderas sinergias entre individuos y
colectivos.
La compra de un libro es una clara
situación de Win/Win. El escritor plasma una gran cantidad de conocimiento en
un libro una vez, pero lo venderá N veces. El comprador recibe todo ese
conocimiento, adquirido tras años de experiencias por parte del escritor, por
un precio muy reducido. ¡Todo el mundo gana!
Si no es posible establecer una relación
win/win lo mejor es tomar la salida del no deal.
Hábito #5 – Busca primero entender y
después ser entendido
Mantenemos
una «cuenta bancaria» emocional con cada persona que nos relacionamos. Escuchando, entendiendo, empatizando con la otra persona la
iremos nutriendo. Eso creará confianza y, eventualmente, permitirá a la otra
parte abrirse a ti.
Solemos ver el mundo desde nuestra propia
perspectiva y tratamos de ayudar usando nuestra visión, pero tenemos que darnos
cuenta de que cada persona tiene una situación diferente, fruto de un contexto
y unas experiencias únicas que la han llevado hasta ese punto.
Por tanto, pueden existir varias posturas correctas frente al mismo problema, derivadas
de acometer dicho problema desde distintas perspectivas.
Debemos escuchar primero, con la intención de entender, no
con la intención de responder.
Una vez hayamos entendido el problema,
observándolo desde la perspectiva de nuestro interlocutor, y si recibimos la
petición de consejo o ayuda, es cuando podremos lanzarnos a hacerlo.
En ese momento ya tendremos la atención y
la confianza de la otra persona y además habremos comprendido la naturaleza
real del problema.
Esto
aplica en cualquier tipo de relaciones, tanto personales como profesionales.
Hábito #6 – Genera sinergias
La suma de las partes es mayor que el valor
individual de cada una de ellas.
Suelo poner el ejemplo de una palo y un
trozo de metal. Por separado son de escaso valor, digamos 1, pero si los unimos
y creamos un martillo el resultado no es la suma de las partes, no es 2, si no
mucho mayor.
Esto ocurre también con las personas. En
lugar de ver las diferentes actitudes, habilidades y maneras de enfocar la vida
de otras personas como algo malo por el mero hecho de ser diferentes a las
tuyas, deberías verlo como algo positivo.
Esas diferencias, cuando se colocan juntas
de la manera adecuada pueden dar lugar a algo mucho más grande que lo que podría generar cada una de esas personas
por separado.
Esta es la manera más potente de generar
valor y conseguir cosas increíbles, aprovechando el potencial de varias
personas trabajando juntas, aprovechando sus diferentes fortalezas para
conseguir un objetivo común.
Dominar
cinco primeros hábitos es lo que te permitirá llevar el sexto hasta su máxima
expresión.
Hábito #7 – Afila la sierra
Stephen pone el ejemplo de una persona
serrando un árbol. Es una labor ardua y le llevará 6 horas terminarla al ritmo
que lleva. Cuando se le sugiere parar un rato para afilar la sierra para
después avanzar mucho más rápido, la respuesta es que no tiene tiempo de parar
para hacerlo.
Solemos estar tan enfocados en aquello que
estamos haciendo, en subir la escalera que hayamos elegido o en la que nos
hayan colocado, que «no tenemos tiempo» para pararnos un momento, observar y
prepararnos de la mejor manera antes de continuar.
En nuestras vidas, nosotros somos la sierra, y debemos
parar regularmente para afilarla. Cuatro
aspectos son los que tenemos que cuidar:
- Fisico: Hacer ejercicio, comer
bien, dormir suficiente.
- Espiritual: Misión, ética,
autoconocimiento, meditación.
- Conocimiento: No parar de
aprender, explorar, enseñar.
- Social: Nutrir las amistades,
familia, pareja.
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